Júpiter

Por Adrián Pinazo

– Mark, corre, ya lo tenemos todo – dice Micke. 

– Pero morirán – le reprocha Mark. 

– La Nasa nos envió para coger esto, ¿qué más da la gente que vive aquí? – le recrimina Micke.

Hace dos años 

Mark tiene 22 años y hoy va a ser su primer día como astronauta. Está muy emocionado, cuando era pequeño siempre había querido serlo. Mark se viste y se reúne con sus amigos que, como él, empiezan hoy su carrera como astronautas. Cuando llega, se encuentra a todos: a Micke, Alejandro, Tony y Dani. Después de comentar cómo se sienten, deciden entrar. Dentro, se encuentran al que va a ser su instructor. 

– Hola, me llamo José y a partir de hoy seré vuestro instructor. Hoy, al ser vuestro primer día, os enseñare la base de la Nasa. 

6 meses más tarde 

Hoy les van a dar la primera misión como astronautas. Están dialogando sobre qué misión les gustaría realizar, todos coinciden en que quieren ir al espacio. Al terminar de hablar, entran a la sala de reuniones, donde sabrán cuál es su misión. 

– Como ya sabréis, hoy se os asignará una misión – dice José. Hemos decidido que la elijáis vosotros. 

–  Tenéis para elegir entre ir a la Luna, a Marte y la que creo que más os va a gustar: ¡Júpiter! – comenta otro instructor.

– Creemos que, por vuestro increíble trabajo en estos seis meses, os merecéis ser los primeros en pisar Júpiter. 

Los chicos lo hablan, pero todos están de acuerdo en ir a Júpiter, ¡serán los primeros en ir allí! 

– No iréis solos, yo os acompañare y seré el jefe de la misión – sigue diciendo José –. Saldremos dentro de unas semanas. 

– El fin de la misión es recolectar algunos materiales especiales que hemos detectado que hay – dice otro instructor. 

Al salir de la sala de reuniones, dialogan sobre cómo piensan que va a ser Júpiter y sobre qué habrá allí. Tampoco lo piensan mucho, no les importa eso, están muy felices: van a ser los primeros en ir a Júpiter. 

Unas semanas más tarde 

Hoy salían rumbo a Júpiter, mucha gente en la Tierra estaba a la expectativa de que iba a pasar, era la primera vez que visitarían otro planeta. 

– Hoy es un día importante para la historia de la humanidad – decía el presidente de Estados Unidos –. Hoy empieza la misión ‘Júpiter’. 

– Mucha gente está a la expectativa de lo que hagamos – comentaba José.

Tras unas cuantas charlas, se subieron al cohete y partieron, el despegue fue un éxito, cosa que se celebró. 

Un año más tarde 

Ya había pasado un año tras la partida de la Tierra y ya estaban a punto de llegar. 

Estuvieron preparando el plan para cuando llegaran, consistía en salir a investigar en parejas haciendo turnos de 4 horas cada una. Las parejas iban a ser: Micke y Mark, Alejandro y Tony y Dani y José. 

Al llegar, Mark y Micke salieron a investigar, mientras los demás montaban una especie de cápsula. Al llegar a una colina, vieron otra cápsula, de ahí había gente encapuchada saliendo y entrando con bolsas de cosas que no sabían qué era. No entendían cómo podía haber más gente. 

– ¿No éramos los primeros en pisar Júpiter? – preguntó Micke, extrañado. 

–  Yo pensaba lo mismo, no sé qué pasará ahí dentro, pero deberíamos informar a José – contestó Mark. 

Al llegar a la base, informaron a José sobre la cápsula y la gente que habían visto. 

– ¡José, hemos visto otra cápsula y ha gente encapuchada entrando y saliendo con bolsas que no sabemos qué son! – exclamó Mark 

– Se supone que somos los únicos aquí. Voy a decírselo a la Nasa –dijo José– Mientras, que Alejandro y Tony salgan a investigar. 

José se lo comunicó a la Nasa, pero ellos no sabían nada, les dijeron que todo lo que descubrieran se lo dijeran. Tras unos días investigando, se dieron cuenta de que tenían un tono de piel grisáceo. Tras semanas planeando cómo entrar, lograron tener una idea: cuando fuera a entrar un alienígena, lo secuestrarían y le sacarían información. 

Alejandro y Tony consiguieron secuestrar a uno de ellos y José y Dani intentaron que hablara, pero no conocían su lengua. Debido a esto, decidieron que José y Dani intentarían comunicarse con él por signos y así aprenderían la lengua y mientras ellos seguirían investigando. 

Unos meses más tarde, ya podían comunicarse. 

–  Me llamo Éric – dijo el alienígena –. Los materiales que hay en las bolsas son oro, cobre y plata, aunque también tenemos petróleo. 

– ¿Por qué nos cuentas esto? Si sabes que hemos venido a quitároslos… – preguntó Mark. 

– Porque nos explotan a los trabajadores. Nnos pasamos 10 horas al día trabajando con estas temperaturas y no nos pagan – comentó triste Éric –. Yo os puedo ayudar a entrar y ayudaros a que consigáis materiales, pero no podéis coger el núcleo, nuestro color de piel es por el núcleo que es gris. Si arrancáis una parte de él, la gente que somos de aquí moriremos. 

– Está bien, ¿pero tú que ganas con todo esto? – preguntó José. 

–  Quiero el 20% de lo que cojáis – dijo Eric. 

Después de que aceptaran las condiciones de Éric, este les dio un mapa de la base y les explicó cómo entrar. Mark y Micke se vistieron como Éric y este les dio una tarjeta para para poder entrar. 

Para sorpresa de ellos consiguieron entrar sin levantar sospechas. 

– ¿En cuál crees que deberíamos entrar primero? – preguntó Mark. 

– En la del oro – contestó Micke. 

Al entrar, se encontraron toda la habitación llena de oro. 

– Mira todo esto, ¡nos haremos ricos! 

Cogieron todo el oro que pudieron y volvieron a la base a dejarlo. Al día siguiente, volvieron Alejandro y Tony a conseguir cobre y Dani y José a por plata. Todo iba bien hasta que Micke y Mark fueron a por el petróleo. Habían cogido bastantes litros de petróleo, pero Micke no estaba satisfecho y quería también parte del núcleo de Júpiter. 

En la actualidad 

– Mark, corre, ya lo tenemos todo – dice Micke. 

– Pero morirán – le reprocha Mark. 

– La Nasa nos envió para coger esto, ¿qué más da la gente que vive aquí – le recrimina Micke. 

– Con todo lo que hemos cogido nos vamos a hacer ricos –dice Mark 

– Pero con esto aún más – dice alterado Micke. 

Con los gritos que estaban dando, los escucharon y los vieron con todo lo que estaban robando. Aparecieron muchos alienígenas, y viendo que no tenían escapatoria, Micke amenazó con quitar un trozo de núcleo. 

Decidieron llegar a un acuerdo, se irían con lo que llevasen, pero no cogerían ningún trozo de núcleo. Al llegar a la base, le dan lo que le corresponde a Eric y le dejan irse. También acuerdan con la Nasa que sería un 10% para cada astronauta y 40% para ellos. 

Unos años más tarde 

Al llegar a la Tierra, les ascendieron de rango a todos por el éxito de la misión ‘Júpiter’. Pero de los integrantes de la misión solo continuaron siendo astronautas: José y Mark. Los demás, al hacerse ricos, decidieron dejar de trabajar.